domingo, 26 de septiembre de 2010

FANTÁSTICO CHRIS STEWART

Si acabas de leer un libro intenso y necesitas paladear palabras que te enganchen  y te marquen una sonrisa en la boca, definitivamente te recomiendo a este autor.
Acabo de terminar lo último que se ha editado de él, y si bien he de decir que lo he  disfrutado menos que sus otros dos que  ya leí, también me ha parecido una narración motivadora y divertida.

Se llama "TRES MANERAS DE VOLCAR UN BARCO" y está editado por Salamandra.

En él, a  el autor ( que no deja de sorprenderme con las cosas tan interesantes que le han pasado), le proponen  un trabajo bastante curioso: ser patrón de un velero pertenenciente a una dama rica para navegar entre las islas griegas. Lo mejor de todo es que ... el muchacho no ha navegado ¡en su vida!
Aún así, interesado por las eventuras y acuciado por la falta de pasta, acepta el trabajo y con un somero curso de "Aprenda a navegar usted en 15 días" y la lectura de un par de libros del tema, se embarca hasta  Grecia, donde en primer lugar  tendrá que pelear por poner en funcionamiento el barco en cuestión ( hecho un chufa) y donde finalmente desarrollará su trabajo, no sin histriónicos incidentes.
Tras su particular aventura griega y picado por  la vida en el mar, formará parte de una tripulación  que cruza el Atlántico Norte, siguiendo la ruta del vikingo Leif Eriksson.
                                                ¡ESTE HOMBRE ES LA CAÑA!
También habla en este libro de su mujer: Ana. Ana particularmente me encanta. Es una mujer independiente, que aunque estoy segura que sufre con los puntos que le dan al marido, siempre confía en que si él es feliz viviendo esas experiencias debe hacerlo. Madre mía, ¡qué paciencia! Ana es una santa.

Si he dicho antes que este libro me ha gustado menos que los otros dos, es por la temática: me da pánico pensar en mi misma  dentro de un barco en alta mar. Bufff...qué horror. No he ido mucho a la playa, y sí me gusta mucho contemplar el mar desde la orilla, pero personalmente opino que el mar es para los peces y me considero Loba de Tierra totalmente.

El primer libro que leí de Stewart, fue  "ENTRE LIMONES"  editado por Almuzara.


La verdad que este hombre me tiene encandilada: formó parte de los "Génesis" en sus comienzos ( no es que el grupo me vuelva loca, Phil Collins y Peter Gabriel me dan un poco de repelús), trabajó tocando la batería en un circo (qué fuerte), viajó a extremo Oriente para escribir una guía turística y en numerosas ocasiones se ha subido a Suecia a trabajar de esquilador de ovejas, por no volver a comentar la aventurilla marinera. Es lo más, este Chris.

En este libro describe como, enamorado de Andalucía a través de la música ( ya estuvo en España cuando era un muchacho para aprender a tocar la guitarra española, aunque creo que esto lo cuenta en el segundo), se ata la manta a la cabeza y se compra un cortijo en las Alpujarras, hecho polvo por cierto.
En él narra todas las peripecias que tiene que hacer para apañarlo un poco, y la convivencia con los lugareños y con extranjeros que se han establecido allí.
La verdad es que se dan situaciones súper cómicas ( hasta me recordó a "El antropólogo inocente de Nigel Barley, qué gran libro). Mi familia procede de pueblos y yo paso mucho tiempo en uno de ellos. Me imaginaba un tipo así en el pueblo hace décadas y la verdad, no puedo de la risa.

Después de "Entre limones", busqué corriendo en al biblioteca la segunda parte :"EL LORO EN EL LIMONERO".

En él sigue la vida de Chris, Ana y su hijita Chloë  (totalmente alpujarreña) en su cortijo "El Valero". En él se suceden más historias como la introducción del teléfono en el pueblo, y en la finca en particular, la lucha por evitar la construcción de una presa en su valle o la construcción de una piscina ecológica.
                                                            ¡Éste me divirtió aún más!

Desde luego son unos libros fantásticos, llenos de motivación, optimismo y grandes dosis de humor.
Queda un poco tonto decirlo, pero leer estos libros, así como la vida del autor, me ayudó junto con otra serie de "señales" o  "evidencias escondidas en mi" para tomar una decisión: había entornado mi vida por un cauce que no me gustaba nada, el cual me hacía estar infeliz.
Me ha costado mucho, pero creo que estoy tomando la senda de la felicidad abriéndome paso por un nuevo camino, y estoy tan contenta....  ¡ Gracias Chris!