Ayer me terminé uno de los libros que más me han gustado últimamente.
Me fascinó como el autor envuelve de ternura e ironía una serie de personajes y hechos paridos de una mente brillante, ejercitada de una imaginación exultante.
Se trata de una novelita corta ( que leí en día y medio) escrita por el afamado Andrea Camilleri, del que confieso no haber leído nada más, y no saber de su existencia hasta que me llamó la atención el título y la portada de este libro.
Una vez que lo busqué en la biblioteca, busqué información de él en la red y comprobé que efectivamente tiene una larga trayectoria y millares de seguidores.
El autor es siciliano y además compartimos fecha de cumpleaños, lo cual ante todo pronóstico, me hace muy feliz :)
El libro, del que emana la esencia de la grande Italia, trata sobre la vida de Gnazio Manisco. Éste vuelve a la ciudad de Vigata (inventada por el autor) tras pasar 25 años en Estados Unidos.
Quiere pasar el resto de su vida en su tierra y para ello se hace un terreno y se propone encontrar una mujer.
La alcahueta y herbolera Pina, le facilitará la tarea, encontrándole a una mujer de la cual Gnazio cae prendido inmediatamente: Maruzza Musumecci, quien a parte de su belleza, tiene otra peculiaridad : está convencida de que es una sirena.
Me ha encantado la narración del autor, llena de chisporrotazos de humor, que daban paso a situaciones que encogían el corazón de termura. Cómo desvela los conocimientos de las mujeres italianas adquiridos tras lecciones generacionales, y en definitiva, la atmósfera mágico-italiana de esta novela-cuento, que he de decir, que me ha hecho disfrutar enormemente.
Y ahora, tras desearos un buen fin de semana, me espera un pequeño viaje para hundirme en agua reconfortante, no salada, como la ansiada por Maruzza, sino regalada de las montañas en una gélida garganta castellana.
sábado, 17 de julio de 2010
sábado, 3 de julio de 2010
Primer amor. Iván Turguenev
En este sábado de lluvia y tedio de principios de julio, os voy a hablar del último libro que he leído.
Una conversación con un amigo me hizo rememorar cuando me enamoré perdidamente con 20 años del personaje de Kostia Levin, de Anna Karenina, una de mis novelas preferidas desde siempre.
Esa nostalgia me hizo abrirme de nuevo a la literatura rusa del siglo XIX, tan especial.
Así que estuve buscando y al final me decidí por esta novelita corta de Iván Turguenev, o Turgueniev ( como se prefiera), que editó en su día Alianza.
Apenas tiene 130 páginas y trata sobre el violento enamoramiento del que cae preso el adolescente Vladimir Petrovich en unas vacacionespor la joven princesa Zenaida Alexandrovna y de los incesantes, cambiantes y contradictorios sentimientos que experimenta.
Es una historia simple, que me hubiera hecho levitar con 16 años, pero que ahora con 30, su lectura me ha transmitido mucha ternura, y del mismo modo desconcierto con la liberada y asfixiante forma de vida de la nobleza rusa pre-revolución.
Me atrae el entorno romántico por supuesto, no lo puedo negar, pero me resulta excitante intuir toda la vida que se llevaría a cabo a escondidas ...
Leyendo sobre el autor, me han resultado curiosos varios puntos de su vida:
- Cuando fue a estudiar a Berlín volvió occidentalizado, pensando que Rusia podía progresar imitando a Europa, en oposición a la tendencia eslavista de la época en su país. Igual que muchos de sus contemporáneos con buen nivel de educación, se opuso especialmente al sistema de servidumbre.Su complicada amistad con Tolstói alcanzó tal animosidad que en 1861 éste lo retó a duelo. Si bien luego se disculpó, estuvieron sin hablarse 17 años. Dostoyevski a su vez parodió a Turgénev en su novela Los demonios, a través del personaje del novelista Karamazinov.
- Turgénev residió poco en Rusia, prefiriendo Baden-Baden o París, desde que conoció en el teatro Mariinski de San Petersburgo a la cantante Paulina García de Viardot o Pauline García-Viardot, por quien abandonaría Rusia para establecerse en Francia y por cuyo amor estuvo preso hasta el fin de sus días. Esta cantante de ópera era de origen español.
Hermana de la famosa y bellísima cantante de ópera apodada "La Malibrán", quien murió a causa de las heridas provocadas a consecuencia de la caída de un caballo en una cacería.
La Malibrán
Paulina
Aunque según muchos testigos de la época era la fea de la familia, resultaba tan atractiva y tenía tanto talento que enamoró devastadora e irresistiblemente a la flor y nata de la inteligencia europea de su tiempo. Y de ambos sexos, ya que se especula que por su cama pasó George Sand, incluso se comenta que ésta se inspiró en Paulina para recrear la heroína de su novela "Consuelo".
Se casó antes de los 20 años con Louis Viardot, pero se dice que también Saint-Saëns le dedicó su "Sansón y Dalila", Wagner le ofreció el segundo acto de Tristán; y Brahms le compuso y dirigió bajo su balcón una serenata de cumpleaños
Y desde los 25 años, Iván Turguéniev, a quien conoció por azar en san Petesburgo, se convirtió en el amante perpetuo e inconsolable.
No está claro, más bien turbio, que su marido fuera el padre de todos sus hijos. En realidad, Paulina, Louis Viardot e Iván Turguéniev formaban un triángulo absolutamente público, viajaban y vivían juntos y juntos eran recibidos por reyes y reinas que oficialmente abominaban del adulterio
- Turgénev nunca contrajo matrimonio, si bien tuvo un hijo con una de las siervas de su familia. Esto me hace pensar, ¿nunca se casó porque siempre estuvo enamorado de Paulina? ¿cómo trataría al hijo que tuvo con su "sierva"? (menos mal que se oponía a la servidumbre...) ¿trataría bien a la muchacha? ¿no se casaría con ella por cuestiones de estamento social? ¿la amaría?
¿O bien nos encontramos ante un caso de hipocresía al estilo de Rousseau, el "Padre de la pedagogía" quien mandó a sus cinco hijos al orfanato? Qué gran pedagogo...
Una conversación con un amigo me hizo rememorar cuando me enamoré perdidamente con 20 años del personaje de Kostia Levin, de Anna Karenina, una de mis novelas preferidas desde siempre.
Esa nostalgia me hizo abrirme de nuevo a la literatura rusa del siglo XIX, tan especial.
Así que estuve buscando y al final me decidí por esta novelita corta de Iván Turguenev, o Turgueniev ( como se prefiera), que editó en su día Alianza.
Apenas tiene 130 páginas y trata sobre el violento enamoramiento del que cae preso el adolescente Vladimir Petrovich en unas vacacionespor la joven princesa Zenaida Alexandrovna y de los incesantes, cambiantes y contradictorios sentimientos que experimenta.
Es una historia simple, que me hubiera hecho levitar con 16 años, pero que ahora con 30, su lectura me ha transmitido mucha ternura, y del mismo modo desconcierto con la liberada y asfixiante forma de vida de la nobleza rusa pre-revolución.
Me atrae el entorno romántico por supuesto, no lo puedo negar, pero me resulta excitante intuir toda la vida que se llevaría a cabo a escondidas ...
Leyendo sobre el autor, me han resultado curiosos varios puntos de su vida:
- Cuando fue a estudiar a Berlín volvió occidentalizado, pensando que Rusia podía progresar imitando a Europa, en oposición a la tendencia eslavista de la época en su país. Igual que muchos de sus contemporáneos con buen nivel de educación, se opuso especialmente al sistema de servidumbre.Su complicada amistad con Tolstói alcanzó tal animosidad que en 1861 éste lo retó a duelo. Si bien luego se disculpó, estuvieron sin hablarse 17 años. Dostoyevski a su vez parodió a Turgénev en su novela Los demonios, a través del personaje del novelista Karamazinov.
- Turgénev residió poco en Rusia, prefiriendo Baden-Baden o París, desde que conoció en el teatro Mariinski de San Petersburgo a la cantante Paulina García de Viardot o Pauline García-Viardot, por quien abandonaría Rusia para establecerse en Francia y por cuyo amor estuvo preso hasta el fin de sus días. Esta cantante de ópera era de origen español.
Hermana de la famosa y bellísima cantante de ópera apodada "La Malibrán", quien murió a causa de las heridas provocadas a consecuencia de la caída de un caballo en una cacería.
La Malibrán
Paulina
Aunque según muchos testigos de la época era la fea de la familia, resultaba tan atractiva y tenía tanto talento que enamoró devastadora e irresistiblemente a la flor y nata de la inteligencia europea de su tiempo. Y de ambos sexos, ya que se especula que por su cama pasó George Sand, incluso se comenta que ésta se inspiró en Paulina para recrear la heroína de su novela "Consuelo".
Se casó antes de los 20 años con Louis Viardot, pero se dice que también Saint-Saëns le dedicó su "Sansón y Dalila", Wagner le ofreció el segundo acto de Tristán; y Brahms le compuso y dirigió bajo su balcón una serenata de cumpleaños
Y desde los 25 años, Iván Turguéniev, a quien conoció por azar en san Petesburgo, se convirtió en el amante perpetuo e inconsolable.
No está claro, más bien turbio, que su marido fuera el padre de todos sus hijos. En realidad, Paulina, Louis Viardot e Iván Turguéniev formaban un triángulo absolutamente público, viajaban y vivían juntos y juntos eran recibidos por reyes y reinas que oficialmente abominaban del adulterio
- Turgénev nunca contrajo matrimonio, si bien tuvo un hijo con una de las siervas de su familia. Esto me hace pensar, ¿nunca se casó porque siempre estuvo enamorado de Paulina? ¿cómo trataría al hijo que tuvo con su "sierva"? (menos mal que se oponía a la servidumbre...) ¿trataría bien a la muchacha? ¿no se casaría con ella por cuestiones de estamento social? ¿la amaría?
¿O bien nos encontramos ante un caso de hipocresía al estilo de Rousseau, el "Padre de la pedagogía" quien mandó a sus cinco hijos al orfanato? Qué gran pedagogo...
También he encontrado que en 1970 Maximilian Schell filmó una película sobre una adaptación de esta obra:
Me encantaría verla, pero no se si será fácil de encontrar.
Que paséis buen fin de semana :)
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