jueves, 26 de agosto de 2010

No impact Man. Colin Beavan

¡Jueves! ... pero este sábado me toca trabajar...arggg

Las que me conocéis ( mis pequeñas dos o tres lectoras jiji), sabéis que me gusta mucho leer sobre Ecología, y que todas estas lecturas  limpien mi corazón de pequeños malos hábitos.
No me considero una activista ni mucho menos, pero sí que intento tomar conciencia, al menos en pequeñas cosas del día a día, que apenas  consumen tiempo y esfuerzo, y que me ayudan a no ser más feliz conmigo misma, sino algo menos infeliz con el curso que lleva la pobre Madre Tierra. Somos tan desagradecidos...

Me gusta mucho leer la revista Integral, sobre todo los meses de verano, que es cuando más tiempo tengo. A veces durante el año compro la revista porque me interesan los artículos y las retengo hasta verano cuando me doy una verdadera panzada a leer cosas la mar de motivadoras.

En esta publicación también proponen otras lecturas, como es el caso de este libro, fantástico a mi parecer, el cual para mi felicidad estaba en la biblioteca a la que suelo ir.



Colin Beavan no es "Supermán", ni "Batman", ni "Spiderman", no no, él es más chulo, es ¡"No Impact Man"!. Este chico, junto con su mujer y su niñita de dos años, se embarcan  en una especie de experimento e un año en el cual se proponen  no impactar sobre el ambiente de ninguna forma negativa, es decir, no utilizar nada para lo cual hayan tenido que emitirse dióxido de carbono a la atmósfera, no utilizar nada envasado en plástico, no viajar en vehículos motorizados, alimentarse de vegetales de origen local,...

Y me parece fantástico, no solo porque  sea en sí una idea maravillosa, sino porque el tipo lo intenta ¡¡¡en la ciudad de Nueva York!!!. Osea, no en un pueblo del Valle del Tiétar, no no, ¡en medio de Nueva York!

Normalmente suelo ir a hacer la compra una vez a la semana. Me traigo un carro lleno y a veces incluso una  bolsa aparte, únicamente para dos personas. ¿Y sabéis cuántas bolsas  lleno de los envoltorios de plástico de los alimentos? Dos enteras.
Dos bolsas enteras. Me consume. Estoy segura  de que existen tiendas para comprar a granel, ( el autor las encuentra en su ciudad), y de que si busco podría encontrarlas, pero por ejemplo también me pone un poco enferma el tema de los supermercados ecológicos.
Me encantan. Estaría dispuesta a pasar mis días alimentándome de sus productos, pero creo que a no ser que me toque la lotería lo llevo un poco crudo.
No se como será en Estados Unidos, el autor dice que son "un poco más caros que los de los supermercados normales". Bueno pues aquí en Madrid, no es que sean "un poco más caros" es que junto con el ticket te viene un formulario para que indiques el órgano vital con el que vas a avalar tu compra...
Lo del consumo local, me gustaría investigarlo, creo que tenemos muchos recursos que no conocemos cerca. Investigaré, investigaré.

El libro me parece sumamente interesante, porque demuestra que el aire acondicionado ( los odio, una cosa es estar sudando la gota gorda en Écija, los pobres, pero ¿ Madrid en junio? ¡venga hombre! es dependencia psicológica más que otra cosa, ¿es que no soportamos un par de gotas por la espalda?)y la calefacción no son tan indispensables, y que los usamos más de lo debido ( yo llevo dos inviernos sin calefacción y sigo viva, he hecho un altar al inventor del forro polar y creo que me he criogenizado un poco porque aún no me he encontrado arrugas...).

Otra cosa que me gusta mucho que toca el libro es porque yo lo he pensado de mi muchas veces: compramos demasiado. Gracias a dios no me gustan las cosas caras y siempre he pasado absolutamente de las marcas. Si entran a robar a mi casa  de lo único que podrían sacar algún pavo es de el portátil con el que escribo, y es de los baratos, comprado en súper oferta y ya está viejuno para los frikis informáticos.
Pero vamos a ver, tengo como unas 7 teteras. ¿Y por qué? porque me gustan.¿pero para qué tengo siete si con una me basta? Más o menos la cosa está ahí.
En el libro los protas utilizan una página de la que había escuchado algo similar aquí en España: Freecycle. Es decir, una página donde tu anuncias que regalas seis de tus teteras porque no las utilizas y donde buscas  por ejemplo un exprimidor de zumo que alguien quiera regalar.


En definitiva es un libro para leer estupendo, para tomar conciencia, para conocer datos ( es muuuy interesante los datos que hay en él) y además es muy divertido, porque como imaginaréis no  ha sido un reto fácil y a mi pesar tengo que decir que algunas anécdotas son bastante graciosas vistas desde fuera.

Os pongo el link del blog que tiene el autor, por si le queréis echar un vistazo.
Y ahora me voy a hacer la compra, andando, con mi carrito, e intentando escoger aquello que venga en menos plástico ¡qué chungo tío!

http://noimpactman.typepad.com/blog/

2 comentarios:

Eva Flores dijo...

este libro pinta bien, me pasaré por la biblioteca de mi barrio a ver si lo veo.
bs!

Tulsi dijo...

Sí me gustó mucho. Me estoy leyendo uno sobre alimentación natural que ya os contaré. Besis